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Reflexiones acerca de Respirar y Meditar

Por Dr. Fabián J Ciarlotti

El arte de respirar y el arte de meditar son patrimonios de muchas culturas milenarias, cada una a su modo y forma. Así como los japoneses meditan el zazen, los hindúes respiran el pranayama, los budistas practican theravãda y cada filosofía, escuela, religión, o lo que fuere, llegan por distintos caminos a un final en común: la maestría en respirar y meditar.

El colapso de la forma de vida que tenemos es inevitable si no hacemos algo, y no hablo de la tuya, la de él o la mía, sino la del ser humano en general.

La meditación propone un cambio en el estado profundo del Ser, una forma de vida más allá del pensamiento que se basa en el amor hacia todo y todos; y si nos sentimos fundidos con el cosmos, no podríamos hacerle daño sin dañarnos a nosotros mismos. Lentamente vemos que en la población en general se incrementa nuestra desconexión con la naturaleza, nuestra vida sobre el cemento y el plástico, nuestro aire y agua enrarecidos, nuestros alimentos carentes de vitalidad, llenos de pesticidas, hormonas, transgénicos, clonados, con colorantes y aditivos, nuestra religión antropocéntrica que hace que el ser humano sea el centro de todo, nuestro sistema de salud, la vida basada en tener más y más, inducida segundo a segundo por la publicidad, hambre, desnutrición, desempleo, mares contaminados de petróleo, químicos, mercurio, residuos tóxicos, accidentes nucleares, etc. Todo eso parece que va creciendo.

Es innegable la importancia de la respiración y un cambio de vida acorde a la naturaleza (eso es meditación), pero existen muchos aspectos sutiles y científicos a considerar en ambos aspectos. Tal es así que más que fisiología de la respiración (fisis significa “naturaleza”, física es el estudio de la naturaleza), tranquilamente podría llamarse también “filosofía de la respiración”, ya que filosofía es amor a la verdad.

Así como la mente y las emociones modifican nuestra respiración, el manejo de la respiración, por su lado, actúa sobre la mente y sobre las emociones. Al manejo (incremento, control, expansión) de la oxigenación por medio de diferentes tipos de respiraciones según estas filosofías se lo llama pranayama; desde ya que no todos son buenos para cualquiera, e inclusive pueden ser perjudiciales, hay una indicación precisa para cada una de ellas, acorde al individuo, clima, desequilibrio, etc.

Por el lado de la meditación, llamada dhyana, vemos que el entendimiento de esta palabra conlleva muchas veces a una actitud mecánica de sentarse unos minutos en silencio, creando luego expectativa y demanda, y no a lo que realmente es la meditación: un estilo de vida.

Muchos predican ser meditadores para exponerse como espirituales, superiores o sabios, pero en su vida cotidiana no cambia nada. Por otro lado hay gente que vive en meditación sin siquiera darse cuenta de ello. La meditación es un estado del individuo más que una acción en particular.

“El prana es la fuerza original de la vida y el movimiento. La vida es la información que tiene el prana dentro de cada cuerpo.” Dr. Fabián J Ciarlotti

 



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